-¡Juguemos a que tú eres la Reina roja minino! ¿Sabes?, creo que si te sentaras y cruzaras los brazos te parecerías mucho a ella. ¡Venga, vamos a intentarlo! Así me gusta...- Y Alicia cogió a la Reina roja de encima de la mesa y la colocó delante del gatito para que viera bien el modelo que había de imitar; sin embargo, la cosa no resultó bien, principalmente porque, como dijo Alicia, el gatito no quería cruzarse de brazos en la forma apropiada. De manera que, para castigarlo, lo levantó para que se viera en el espejo... -Lewis Carrol. Alicia a través del espejo.-
1 comentario
Paloma -
Muchos besos.