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Némesis

Innovación

Innovación

Después de leer los comentarios de las compañeras y compañeros que asistieron a las jornadas de innovación y escuchar y ver las diferentes presentaciones sobre trabajos de innovación que se están llevando a cabo y las comentarios del foro sobre ellas pienso que un denominador común de la innovación es el impresionante nivel de implicación y compromiso personal que requieren por parte del personal que las desarrolla. Esto es muy bonito y estimulador, anima saber que hay tanta gente, o que, si no son tantos, al menos hay alguien que cree que otro tipo de educación es posible y se pone manos a la obra; pero también este tema de la implicación personal es una dificultad para el cambio y la mejora que supone la innovación. La implicación personal depende de la concepción que se tiene sobre la educación y sobre las personas, además de estar relacionada con las posibilidades percibidas de cambio y de éxito en la nueva intervención que se emprende.

Tal y como están las cosas en educación, la velocidad con la que se producen los cambios sociales, la tecnología, lo rápido que se adaptan los niños y lo lento que vamos nosotros, es un reto inventar estructuras de funcionamiento estimulantes también para los profesionales de la educación que favorezcan su implicación laboral sin tener que renunciar a su vida personal. Esa implicación no puede venir de los sexenios ni ser impuesta por la administración, pero tampoco puede depender la educación de los futuras ciudadanos de la voluntariedad individual de cada uno.

1 comentario

Leonor -

Así es Ana aunque había muchos denominadores común, el de la implicación y la asunción de los principios que sustentan a esos procesos parecen ser esenciales. Veremos en el segundo cuatrimestre este tema con más profundidad. Pero no olvidemos que debemos partir del sentido del cambio y del porqué y para qué innovar.