Mis Dificultades
El caso es que estaba (o estoy, no puedo precisar el tiempo verbal) un poco perdida con lo de las dificultades de aprendizaje, pues en principio, y sin obviar las dificultades, valga la redundancia, me parecía bastante sencillo que ante una dificultad en el aprendizaje sea del tipo que sea lo primero hay que detectarla y acotarla en lo posible para intervenir ajustadamente en el problema en cuestión. Para ello es necesario conocer qué hacemos para leer y cómo lo está haciendo el sujeto con dificultades, y por eso lo de las rutas, para saber dónde puede haber problemas.
Después de una clase magistral a mano de Félix (gracias por tu ayuda) a mi aún había cosas que no me quedaban muy claras, como los problemas en los procesos cognitivos, total, que leyendo los textos que nos deja Alejandro en Copytema y los que cuelga en la web tuve una iluminación, de esas que nos pasan a deshora y luego no se escriben porque no se recuerdan bien. Vi o leí algo que me hizo recordar las clases de lengua del colegio en las que hacíamos análisis sintácticos, morfológicos y gramaticales, que a mi no me gustaban nada, pues no le encontraba sentido a darle vueltas y desmenuzar una oración describiendo qué era cada una de las palabras, qué función tiene en la frase y cosas así que no me aportaban nada a la comprensión de una idea expresada en mi lengua.
Mi “iluminación” consiste en que después de ver ese algo caí en la cuenta del por qué de esas clases y el por qué a mi no me gustaban. Nadie le explica a los niños, o nadie nos lo explicaba cuando yo era pequeña, qué es lo que se hace en la clase, para qué, cuál es la finalidad o el motivo de pasar horas y horas con una actividad repetitiva y aburrida y para qué sirve conocer la estructura de las oraciones y del idioma en general, pues facilita comprender cómo funciona el idioma (hablado, escrito y leído) y puede ser una forma de prevención.
Lo mismo esto no es una iluminación, sino una ampliación de mi dificultad de aprendizaje, pero me anima a continuar comprobando mis ideas.
1 comentario
Alejandro -
Excelente intuición.
Hay una frase de Nietzsche que dice algo así (lo digo de memoria) "el hombre puede tener el vacío como propósito, pero no estar vacío de propósitos".
El carecer de un propósito hace que una actividad carezca de sentido, que no sea relevante. No sé si recuerdas el ejercicio que hicimos sobre este tema en HHSS (era uno de los ejercicios de sintonía, explicitar nuestras razones y propósitos).
En el texto de "Como una novela" se reflexiona también sobre esto, ¿cuál es el propósito de una lectura? ¿qué añade conocer el propósito a una actividad? Los niños posiblemente necesitan que les démos un propósito, pero ¿y los adultos? Si no nos dan un propósito, ¿somos capaces de producirlo nosotros mismos? ¿podemos co-construir grupalmente entre todos un propósito? Esto último sería una ejemplo de propósito emergente, propósito que emerge como tu iluminación, sólo aparece cuando has creado una situación (leyendo, pensando, hablando, comparando, etc...) que incrementó la probabilidad de concluir o pensar lo que pensaste.
profundizaremos en esto cuando veamos dificultades de comprensión lectora.
Hablaremos sobre propósitos y conexiones....
No es acaso un propósito una conexión de alto nivel???
Un saludo (desde una estrella no tan lejana)
Alejandro