Bitácoras, lenguaje y constructivismo
- Sócrates: En tal caso, son
las (opiniones)
valiosas las que
hay que tener
en cuenta, o
las que carecen
de valor?.
- Critón: Las valiosas.
- Socrátes: Pero valiosas
son las de los
sensatos, mientras
que las de los
insensatos carecen
de valor.
Platón. Diálogos
Como educadores el fin propio de nuestra actividad es general en el alumnado con el que trabajamos un crecimiento y un desarrollo cognitivos que les capacite para decidir sobre su propia vida, es decir, enseñarles a aprender.
Pero, ¿qué hay que aprender?. Podemos pensar en un primer momento que lo que se tiene que aprender son los contenidos del conocimiento científico que se han ido acumulando a lo largo de la historia, pero hay en día este tipo de contenidos son fácilmente accesibles por el desarrollo de las tecnologías, entonces, ¿no tiene nada que enseñar la escuela?
Los rápidos cambios sociales y tecnológicos hacen que así parezca, pero el trabajo de los educadores como facilitadores del desarrollo máximo del potencial humano tiene otras implicaciones más allá de la reproducción del conocimiento: la creación de conocimientos nuevos.
La instrucción formal que ofrece la escuela supone la inmersión del alumno en un contexto especializado en el que se realizan actividades que no aparecen en el día a día cotidiano cuya finalidad es favorecer el desarrollo cognitivo y afectivo-social del individuo. Sabemos que para que se genere aprendizaje es necesario que se produzcan cambios en los esquemas de conocimiento anteriores, en los conocimientos previos, y esto solo es posible que ocurra a través de la implicación activa del aprendiz en la tarea. Esto así explicado puede ser difícil de comprender, pero la idea es que para que se produzcan cambios significativos es necesaria la actividad, el compromiso con la tarea por parte del aprendiz, con la simple exposición al conocimiento no se genera conocimiento, es necesario algo más, es necesario que las actividades que se plantean tengan una significatividad con la persona, que tengan en cuenta los conocimientos y experiencias previas, pero que a su vez incluyan alguna novedad.
A lo largo de estos años de mi segunda experiencia en la universidad he comprobado en la práctica, en mis propias carnes estos principios teóricos. La metodología que estamos usando, o al menos la más efectiva (en cuanto a que genera más cambios y mayor comprensión) está basada en la idea del constructivismo. Generar un conocimiento propio, una idea, una comprensión de la realidad única, desde mi subjetividad, mi experiencia y mi forma de dar sentido a lo que otras personas investigan, piensan o han pensado y apropiarme de ello, hacer esos conocimientos mios.
Parece difícil hacer esto (y seguramente lo es), pero a través de las bitácoras, reflexiones en clase, trabajos y debates en grupo, compartir la experiencia de las compañeras y del profesorado, añadiendo a esto las lecturas teóricas, las explicaciones formales, el conocimiento aportado por diferentes asignaturas hace posible experimentar un tipo de aprendizaje que va más allá del conocimiento superficial o la memorización de datos que al final no sirven para nada al desarrollo.
Hay una gran diferencia entre saber teórico y práctico, y es importante para mi tener la experiencia de este tipo de aprendizaje más vivencial que es el que me gustaría realizar con mis “chavales”, un aprendizaje más “integral”, que incluye tanto lo cognitivo como lo afectivo y lo social, dos ámbitos del conocimiento tradicionalmente sacados del entorno escolar y que últimamente están cobrando una importancia cada vez mayor dentro de los objetivos educativos, valga como ejemplo la inclusión en el currículum oficial de la asignatura de educación para la ciudadanía. En mi caso lo afectivo y lo social tienen un papel especialmente importante dentro de mis objetivos de trabajo, pues por las características de estos niños y niñas, menores internados en un centro de protección por motivos de conflicto, negligencia o abandono familiar, están muy dañados a estos niveles.
Como señala Cesar Coll, (2004) en esta tarea de la actividad de construcción del conocimiento, el lenguaje y la comunicación tienen una gran relevancia en el contexto educativo y en la interacciones entre iguales y entre profesor y alumno. El lenguaje actúa de mediador entre la actividad y el sujeto, de los sujetos entre sí y como organizador del pensamiento. Lo más interesante de la función mediadora del lenguaje es cómo podemos usar la asimetría en la comunicación en el aula para influir educativamente en el alumnado, mediante el lenguaje podemos generar curiosidad e impulsar el autocuestionamiento, la reflexión necesaria para potenciar el desarrollo, el conocimiento de uno mismo y la recreación de los contenidos trabajados en el aula, adoptando un significado propio en el hecho de pensar sobre ello. Al hacer una reflexión formal como escribir y se recibir una retroalimentación sobre las reflexiones estamos profundizando más en el conocimiento, no como algo objetivo que se encuentra totalmente acabado en el mundo externo, si no como algo subjetivo, dentro de nosotros, que nos permite interpretar la realidad desde nuestra experiencia de una forma más significativa y que no es algo acabado si no en desarrollo que puede continuar formándose con nuestra aportación. La bitácora es una herramienta que nos permite un “dialogo socrático” virtual, con las ventajas de acceso e intercambio que esto supone para la construcción de conocimiento, aunque no me gustaría terminar este escrito sin decir que el intercambio directo, de persona a persona, sobre todo en las edades escolares que nos atañen, es insustituible, pues en la interacción directa se aprende mucho más que contenidos, las actitudes, emociones, la afectividad, todo lo social y emocional se producen en interacción directa. Debemos tener en cuenta en el ajuste del triángulo interactivo también las necesidades de los alumnos en estas áreas del desarrollo.
Bibliografía
Coll, C., Marchessi, A. y Palacios, J. (2004) Desarrollo psicológico y educación. 2. Psicología de la educación escolar. Madrid: Alianza Editorial. Psicología y educación. 14:357-386, 15:387-413, 16:415-435, 17:437-458
Marchesi, A. y Martín, E. (1998) Calidad de enseñanza en tiempos de cambio. Madrid: Alianza Editorial Psicología y educación. 13:323-352, 15:379-403
Platón (2003), Diálogos. Volumen I: Critón. Madrid: Gredos
3 comentarios
Sol -
Es un placer leerte y seguir tu recorrido, y me uno a la bienvenida a Alejandro. No sólo no es una invasión, sino que -ay! ojalá dispusiéramos de más tiempo para seguir el debate- se trata de esto, no?
Si en la escuela promovemos los enfoques teóricos convergentes, rompiendo las barreras que "compactan" las asignaturas, no está nada de más intentarlo en esta otra institución educativa...
No puedo sino animarte a que sigas así, vinculando práctica y teoría, y permitiéndonos a los profes asomarnos a tu zona de desarrollo...
Ana -
Alejandro -
Esto lo escribes en el marco de la asignatura de Psicología de la Instrucción, pero creo que es conectable con Dificultades de Aprendizaje y otras asignaturas de la carrera. Felicidades por la elaboración del texto. Espero que tengamos tiempo para elaborar esto y añadir al Constructivismo la aportación del Construccionismo Social (que es para mí uno de los desarrollos más innovadores que hay actualmente). Integrar diferentes aproximaciones epistemológicas no es sencillo, pero no obstante es necesario. Del Conductismo al Cognitivismo, del Cognitivismo al Constructivismo (que coexistió con los dos anteriores muchos años, sólo piensa en autores constructivistas como Piaget y George Kelly), y del Constructivismo al Construccionismo Social (del que en cierta forma la Web-2.0 es uno de sus resultados). Las aplicaciones didácticas y metodológicas de todo esto son otro asunto, cómo operativizar todo esto es complejo, pero es que estamos trabajando con un fenómeno complejo. Reflexiones complejas como la tuya van en esta línea. Disculpa que me meta en un comentario de otra asignatura, pero no quería dejar de comentarte lo que me sugería lo que escribiste. Lo resumiría como "hay vida en Marte después de todo, y parece que muy avanzada ;)
Un saludo
Alejandro