Robótica educativa
Stephen Hawking en su libro “Historia del tiempo” especula con la posibilidad de futuros viajes espaciales que durarían varias generaciones de humanos nacidos en el espacio; asegura que con mucha probabilidad las personas nacidas en el espacio no serían capaces de volver a vivir en la tierra, pues sus cuerpos y sus mentes se habrían adaptado a la gravedad artificial de forma irreversible.
Conocer esta experiencia de la robótica educativa me lo ha recordado, pues los niños que nacen en la era digital se desarrollan en un modo irreversible y muy alejado del que experimentamos las y los que les estamos educando, en ciertos aspectos nos superan.
La generación de los llamados “nativos digitales” aprende de una forma muy diferente a la que hemos experimentado nosotros, han nacido en un mundo virtual, rodeados de un montón de tecnología que les hace tener una actitud más global hacia la misma, se comunican a través del mail, foros, blog, mensajes de movil...y aceden a la información de una forma más visual, prevalece la imagen ante la palabra y cuando no es así la lectura es en paralelo, a través de hipertexto, no es lineal como hacíamos nosotros en los libros.
Por ello me parece muy pertinente llevar los robots a la escuela, así como el uso de videojuegos en las aulas, permiten un tipo de aprendizaje más relacionado con las nuevas habilidades y capacidades de los aprendices, estos niños están con 6 y 7 años programando máquinas en lenguaje C (que es bastante actual), cuando la generación que vimos nacer el ordenador personal apenas nos acordamos del Basic. Es evidente que si la escuela y la educación no quieren quedarse obsoletas deben tener en cuenta el contexto en el que se produce el aprendizaje y comprender que este avance tecnológico no tiene marcha atrás, las nuevas generaciones tienen una forma de vivir y de aprender que no podemos obviar.
El aprendizaje actual es activo e interactivo, requiere la participación del individuo en la construcción del conocimiento, como educadores debemos fomentar esta actividad, una actividad con sentido encaminada a facilitar los procesos de aprendizaje mediante la relación con la tarea, pero teniendo en cuenta la motivación y la voluntad de aprender. Al igual que el verbo leer no admite imperativos el verbo aprender tampoco, hay que motivar y fomentar la curiosidad y la voluntad de aprender en función de las necesidades e inquietudes del aprendiz, pues el imperativo aquí tampoco tiene sentido.
2 comentarios
Ana -
Ana Belén -
Me ha parecido muy interesante tu reflexión.
Un saludo,
Ana Belén